miércoles, 6 de agosto de 2008

caida al vacio

De nuevo, a caído sobre mi todo, se ha llenado de oscuridad, todo ha pasado a una dimensión diferente, como si el mundo estuviera bajo mis pies, como si yo paseara por él siendo un ente, un holograma que nadie ve, no se puede tocar ni acariciar pero se siente su presencia.

Desfallecido como un general derrotado en la batalla, aun sabiendo que ha tenido las mejores tropas luchando a su alrededor, conocedor de su valentía, poder y de su entrega, puesto que aun viendo, como sus compañeros, heridos, muertos, desangrados, caían delante suyo, siguieron luchando, hasta derramar la ultima gota de sangre y de fuerza conocedores que la batalla estaba perdida.

Como un líder rendido y entregado a su enemigo por la única ilusión de ver a sus hombres, caminando, volviendo, e ilusionados porque en su casa les esperan, porque allí alguien habrá o se encontrarán, mientras sabedor de su fin, se quedara en un mar de hielo, se helará su corazón frió como el polo norte, ya no habrá sentimientos.

Todo se hunde como el animal que pisa el lodo, y desparece lentamente y lo intentaran ayudar pero ya no tiene fuerzas y ve como poco a poco la ultima esperanza de luz se difumina, su ultima oportunidad se marcho casi tan rápido como vino, como la agarro para en un momento de duda, confusión, y al dejarla marchar no regresara más.

Tan solitario como la luna que sale cada noche y nadie la acompaña, esta sola, triste y martirizada, a observar desde el cielo sin poder hablar, sin poder decir, sin expresar, pues no hay nada que expresar esta muerta de necesidad sentimental pues ya nada tiene sentido mas que pase el tiempo y termino rápido todo ya.

Igual al fuego que consigue que arda su alrededor, lo hace desaparecer, para después el mismo ahogarse en su pena, pues no le queda nada de aire para respirar, es una muerte anunciada, una muerte sabida, conocida, cae poco a poco y sin ayuda de salvación.


No hay comentarios: