Hoy he salido cuando empezaba a salir el sol, me ha
producido una sensación, rara, extraña, hasta grotesca, hoy he sido el que le
ha dicho a la luna buenos días, sigue durmiendo aún faltan muchas horas, y la
verdad no me ha venido mal, llega un momento que hay que romper con los miedos,
cortar con las palabras, nunca a cuchilladas, ni con lloros, ni con estacas,
todas las sensaciones, los pensamientos hasta las actuaciones, que no te gusten
que odies, y que te acaben desquiciando.
Lo que la luna no sabe es que de momento no voy a volver, me
llevo mi mochila, llena de recuerdos, de poesías, de risas, de abrazos, de
noches locas de amor, de mirar a la cara al viento y decirle, te jodes porque aquí
estoy yo, de sentirte reconfortante, limpio y sensible a la vez, ya no le miro
a la cara, ya no me doy la vuelta ¡¡¡para que!!!
Empieza la nueva forma de reinventarme, de volver a
fabricarme, y que mejor que mi MP3 y mi vieja guitarra como compañía nada más, la carretera esta desierta, mejor así
puedo andar, sin preocuparme de los coches de que nadie venga detrás, camino
durante horas, buscando un nuevo hogar, y veo que paran para recogerme, un alma
caritativa es mi primer pensar, lo segundo un transportista con ganas de compañía
y hablar. Cuál es mi sorpresa una bella mujer la cual para porque me dice que
me voy a destrozar los pies como mis botas como siga así.
Subo y para mi es grato ver que tenemos el mismo gusto
musical, nos reímos, congeniamos, me mira extrañada, y le digo me dejas donde
vas tú, voy sin rumbo en busca de mi nueva vida, y en ese momento me dice pues
si te apetece me puedes acompañar en mi viaje por el mundo.
No sé que cual será el final, no sé qué pasara pero mejor
que nada ya tengo una compañía y una amistad.